Regreso a la Inteligencia Artificial (IA)
Imagen producto de la Inteligencia Artificial. Midjourney
En abril de este año y con motivo del premio Sony a la fotografía creativa del año, me acerqué a tratar, por primera vez en estas líneas, el tema de la Inteligencia Artificial (IA), ya que la fotografía ganadora, no lo era, era producto de esta tecnología, aún y cuando pareciera, nos pareciera, a propios y extraños, ser de plata sobre gelatina.
Hace unos días, un productor que está iniciando su carrera, me mostró una serie de trabajos en la que se encuentra involucrado en este momento. Se trata de una especie de ensayo sobre los payasos. Como casi siempre sucede al abordar este tema, el resultado es una interesante combinación entre melancolía, oscuridad, tristeza, dolor y miedo; pocos temas, me parece, tan ambiguos como el que se refleja en estas fotografías... ¡¡¡¡UPS!!!! Perdón no son fotografías, son imágenes generadas con IA; vistas, a través de la pantalla y con otra intención, son prácticamente indistintas, a no ser, por una extraña presencia de, digamos, realidad, es decir, no parece una galería preparada o recogida del campo, sino una serie de personajes “reales”, no disfrazados, no maquillados, sino que así son...es, sin duda, una extraña sensación la que provocan estas y muchas otras imágenes con idéntico origen.
Para entender lo que es la IA, me pusieron el siguiente ejemplo: Los enfrentamientos entre hombre y máquina en el campo del ajedrez son proverbiales y el balance entre pérdidas y victorias es semejante en cada campo. La razón, me explican, es simple, hay un número finito de jugadas triunfadoras, en un encuentro “normal”, el que dispone más rápida y correctamente de ellas es el que resulta ganador. En el caso de un enfrentamiento con la IA, esto no sucedería, pues, al llegar al límite conocido de jugadas, la IA empezaría a inventar nuevas jugadas de las cuales no tendría la mínima idea su contrincante humano, serían jugadas que él jamás habría conocido más que en estas circunstancias, y es que el chiste de la IA es que aprende con cada ejecución, no se limita a dar la respuesta correcta lo más rápido posible, sin importar que tan complicada haya sido la instrucción a ejecutar, sino que al hacerlo aprendió nos solo a hacerlo, sino a prever otras situaciones a partir del límite conocido. En el caso del ajedrez, no se limita, como en el pasado, a reconocer todas las posibles combinaciones de jugadas ganadoras, ahora la IA inventa nuevas, inventa las suyas, pues ha aprendido no a jugar ajedrez, sino qué es el ajedrez, su lógica interna, lo que le permite crear nuevas jugadas ganadoras.
El concepto de IA abarca varios tipos o modos en que se ha venido desarrollando, va desde sistemas que piensan como humanos (las famosas redes neuronales), pasando por los robots, hasta aplicaciones prácticas como serían los asistentes virtuales de voz, como SIRI y ALEXA, o la aplicación PARLA para el aprendizaje de Idiomas. Igualmente, los comandos que se emplean en los automóviles (estacionado automático; frenado; detección de distancias, etc.) hasta los que son conducidos totalmente por una IA. En el caso de las fotografías, o, mejor dicho, en el de la generación de imágenes, uno de los aspectos que más me impresionan, es que para hacerlas aparecer se parte de instrucciones escritas; conforme se van desarrollando las imágenes se van cambiando, extendiendo, acortando, las instrucciones originales, hasta que se llega al resultado esperado. Entre más completo, claro y sofisticado sea el lenguaje empleado en la instrucción, mejor imagen se podrá obtener. Hoy en día existen varias plataformas comerciales que te dan acceso a este tipo de tecnologías, Midjourney, DALL-E2, Leonardo, Stable Diffusion, por lo que se vale sospechar que habrá programas privados mucho más potentes y eficaces con resultados con los que apenas empezamos a soñar.
Dos rápidas reflexiones ante de terminar. La primera tiene que ver con las consecuencias éticas que tiene el uso de imágenes creadas por la IA. Recordemos, tan solo, que este debate no es de hoy, ni se refiere únicamente a la IA, sino que pertenece al ámbito mayor de la post-verdad. Y dos, lograr una imagen fotográficamente convincente a través de estos medios, requiere de la misma habilidad para obtenerla por medio analógicos o digitales, pues si no sabes cómo traducir en palabras la profundidad de campo, la iluminación, el foco, etc., por más inteligente que sea la máquina con la que trabajes, tendrá un límite mayor que le impida avanzar, tu.
Publicado en Milenio Diario
Imagen: pasionmovil.com
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