Retomar, no reiniciar

Frida Kahlo y Diego Rivera. ca.30`s


Los tres temas que hoy tocaré, se pueden decir, sintetizan o representan los intereses sobre los cuales tratará el resto del año esta columna. En primer lugar, una reflexión acerca de lo que creo debiera ser la guía por seguir en cuanto a políticas públicas que atienden el campo cultural. En segundo lugar, una breve nota acerca de una fotografía que el domingo pasado publiqué en mi página de Instagram de Diego y Frida. Y, finalmente, una nota necrológica de Fred Baldwin (1929-2021). 

 Por lo general en estos días se habla de iniciar un nuevo año, de fijar propósitos, tener metas que lograr, etc., y grande ha de ser esta tentación para un gobierno que es nuevo en sus funciones: el buscar iniciar con inéditos planes y objetivos cuanta tarea tenga por delante. Sin embargo, a pesar de la costumbre y de la tentación de hacerlo, pienso si no sería mejor, incluso en el plano personal, en lugar de querer empezar de nuevo con todo, examinar lo hecho y retomar lo bueno que ya se tiene, continuar las prácticas que han demostrado su eficacia, con los planes que estaban por madurar y dar resultados, y después de la revisión, abandonar lo que no funcionó, ni siquiera volverlo a intentar. Estoy seguro que si en lugar de empezar cada año, cada gobierno, buscáramos darle continuidad a lo bueno que se ha hecho mucho más lejos ya habríamos llegado, quizás ya se hubieran cumplido muchas de las metas que en el pasado se fijaron y más se habrían beneficiado de dar continuidad a lo hecho y no insistir en que hay que reiniciar porque todo lo hecho anteriormente está mal, hay que corregir o simplemente, eliminar, substituir por otro mejor. Deseo que las nuevas autoridades que tenemos en la dirección de la cultura en el estado no estén pensando en hacer todo de nuevo. 

 Hoy día sería muy difícil, sino imposible, decir qué pareja de famosos o no tan famosos, es la más retratada, cosa que sí se podía hacer con cierta exactitud antes del boom digital. En nuestro país, por ejemplo y hasta antes de mediar el siglo XX, una de las parejas más fotografiadas fue la formada por Diego Rivera y Frida Kahlo, de hecho, la Kahlo debió haber sido una de las pintoras de su tiempo, más fotografiada por todo género de fotógrafo, profesionales o amateurs, nacionales o extranjeros. Con seguridad la extraña pareja debió llamar la atención tanto por su presencia física, por su excentricidad en el vestido (especialmente Frida), como por la disoluta conducta pública con que en muchas ocasiones se presentaban. La fotografía que presenté en el Instagram sirve de ejemplo a lo dicho, no tiene un fotógrafo reconocido, sino que es de agencia, la Gamma-Keystone France, que ahora pertenece al archivo de Getty Images. Fue tomada en la ciudad de México a fines de los años ‘30 durante uno de los muchos paseos que debieron tener junto a los Trotsky a lo largo del Río Churubusco. Me gusta la escena porque parecen dos adolescentes que han sido sorprendidos mientras hacían alguna travesura, nótese la sonrisa nerviosa de Diego y la lengua de fuera de Frida; la imagen sin editar la muestra a ella de tres cuartos con los brazos cruzados, la mano que da hacia la cámara lleva entre los dedos un cigarrillo, lo cual era común en la pintora. No cabe duda de que se trata de un snap-shot tomado como registro de la hospitalidad de los artistas mexicanos para con el exiliado líder soviético; se suma, sin duda, al amplio arsenal de fotografías de la pareja. 

Fred Baldwin (1929-2021)


 No hace mucho, al presentar los principales festivales de fotografía que hay en el mundo, mencioné al Foto-Fest de Houston y cómo ha sido, en términos generales, benéfico para los regiomontanos, tanto para los fotógrafos como para los coleccionistas o simples espectadores. Fue fundado en 1983 por Fred Baldwin y Wendy Watriss, su compañera de toda la vida. Ambos fotógrafos con una larga y exitosa carrera como fotoperiodistas independientes. Entre otros asuntos reporteados por Baldwin se encuentra el movimiento por los derechos civiles encabezado de Martin Luther King, la revolución cubana, la guerra en Nicaragua y extensos reportajes, muchos convertidos en libro, sobre las familias mexicanas en la frontera y en el sur de Texas. Finalmente, a la edad de 92 años, el pasado día 17, falleció en Houston. No recuerdo si él nos haya visitado en alguna ocasión, la que sí recuerdo muy bien es a su esposa Wendy que nos acompañó en diversas actividades en la Fototeca de Nuevo León. Descanse en paz y esperemos su legado no sólo sea conservado, como debe ser, sino también continuado como una manera de honrar su trayectoria.

Publicado en Milenio Diario
Se puede ver también en www.artes2010.wordpress.com
Imágenes: Getty Images
El Oeil de la photographie

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