Maestros

Eugene Atget

 

Por lo que veo, aquí no lo tenemos tan claro como en otros lugares. Fuera de México, quienes se dedican a la educación son los educadorxs; en la universidad lxs responsables son lxs profesorxs. Y quienes se ocupan de transmitir no solo un saber en particular sino de construirlo, debatirlo, modificarlo, desbancarlo, substituirlo, etc., es decir, quienes crean, exploran, inventan, develan, innovan, señalan nuevos rumbos, son los Maestrxs, título que, como se ve, se gana difícilmente y se da muy escasamente y poco o nada tiene que ver con la educación en términos generales. 

 Pero si bien esta confusión sólo provoca que llamemos a unos por las características de otros, lo cierto es que lxs educadorxs en general y de todos los grados, a quienes se festejó el pasado día 15, tienen ante sí en este momento un reto más que formidable. De cómo se de el regreso a clases presenciales, de prescolar a la universidad, por los resultados que se obtengan en las primeras semanas y sobretodo después de las primeras evaluaciones, sabremos el tamaño y costo del daño que más de un año de pandemia y reclusión, más políticas públicas erradas y tomadas a destiempo, han causado en un sistema, método y procesos didáctico-pedagógicos, que ya serán insuficientes e inoperantes y por tanto necesitados de una urgente renovación. 

 Pero dejemos el o los problemas que habrá de enfrentar la educación en el futuro inmediato y regresemos al de los maestrxs. Llegar a serlo no implica, forzosamente, el paso de los años, se puede haber llegado a este grado siendo aún un hombre joven. Generalmente pensamos en mayores de edad, porque para que realmente hablemos de un nuevo paradigma se requiere, antes de cualquier propuesta, tener, simultáneamente, una visión lo más amplia posible de la materia de estudio que se trate, su historia y perspectivas futuras, y, al mismo tiempo, tan específica que conozca y reconozca hasta el más pequeño de los problemas al que se haya enfrentado. Pensamos, pues, que para llegar a tener estas dos visiones y conjuntarlas armónicamente, es necesario haber pasado una buena parte de vida estudiando una materia en particular. Aunque, como se dice, esto no es un axioma, pero no es menos cierto que si no se quiere pasar por el burro que tocó la flauta, hay que invertir en el estudio esfuerzo, mucho, como también mucho tiempo. 

 Elx maestrx no es, o no es siempre, elx ermitañx, elx que trabaja aisladx, en solitario, por el contrario, para avanzar, para criticar y acabar con viejas creencias, se necesita del diálogo, de la confrontación, del intercambio de ideas con pares y con quienes no lo son, con quienes comparte su parcela del saber y con sus vecinos e incluso con los que están más allá de su área de conocimiento, de su contacto con todos ellxs, es de donde podrá formar un nuevo u otro eslabón en el conocimiento de su materia, desde donde podrá ver una nueva u otra dirección que lox lleve a dimensiones aún no contempladas. 

Alfred Stieglitz

Por tales razones es que hay muy pocos maestrxs. Si me pongo a pensar en quiénes podrían ser, desde mi perspectiva, maestrxs en fotografía, creo que, del siglo XIX, me quedaría con Nadar. A la calidad de sus retratos hay que sumarle, la fotografía aérea, de la que fue pionero, y el uso del flash para iluminar lugares sin o con poca luz (las catacumbas de París), ambas practicas se siguieron desarrollando y aplicando hasta hoy día. Del paso del siglo XIX al XX, me parece que puede ser el maestro indicado Eugene Atget Su afán documental y su sistemático proceso de trabajo, aportaron nuevos temas sin duda, pero más importante, me parece, fue el tratamiento dado a esos temas, al grado de seducir a los surrealistas de su momento y del nuestro. También de este momento de transición de uno a otro siglo, creo, se puede con justicia llamar maestro a Alfred Stieglitz pues fue de los primeros en reclamar para la fotografía un sitio a la altura de la pintura y la escultura, pero también por la promoción que llevó a cabo desde su galería la 291 y la revista Camera Works, de la fotografía en la que creía, por supuesto, pero también de toda la cultura moderna, al grado de no poderse pensar el arte modernos en los Estados Unidos sin su intervención. 

 Finalmente, para cerrar esta corta lista, debe aparecer, según yo, el nombre de Man Ray. La manera en que experimentó, pero también concretó posibilidades de la fotografía (la solarización) como parte de su propia obra, abrió el camino para la fotografía surrealista, como también para la productivista y suprematista, cuyos ecos aún se ven en mucha de la producción contemporánea.

Publicado en Milenio Diario
Se puede ver también en www.artes2010.wordpress.com
Imágenes: lomography.es
oscarenfotos.com

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