Según se necesite: Guías para aprender y hacer
En días pasados recibí, en uno de los correos semanales de la organización Lens Culture (lensculture.com), la invitación a descargar una más de las guías que ponen a disposición del público las ha habido sobre el retrato; cómo hacer una fotografía significativa; fotografía a color, etc., en esta ocasión está dedicada al trabajo de los fotógrafos con las galerías (Photographer’s Guide to Working with Galleries).
La enseñanza de las artes, en general, a lo largo de la historia ha conocido diversos modos y enfoques sobre cómo, qué y para quién se deben enseñar los pormenores de una actividad productiva. De las obscuras profundidades de las cuevas a los talleres de los maestros medievales y renacentistas, a los estudios de escuelas y universidades, generación tras generación se ha preparado para, con talento variable, pintar, esculpir, grabar, diseñar, etc.
En el caso de la fotografía, su popularización y contar con una patente libre, le permitió refugiarse, primero en los estudios de pintores y escultores, para ser acogida después en las escuelas de artes y oficios, de las cuales, como sabemos, la más importante ha sido la Bauhaus en donde ocupó un lugar central en su currículo.
Este tránsito hasta llegar a las universidades tiene que ver o está relacionado con la profesionalización universal del conocimiento, o sea, su sistematización gradual y la posibilidad de que sean medidos los avances que se tengan, hasta alcanzar las cotas que se hayan definido como las más altas. Y esta profesionalización, ya calificada, sirve para dar certidumbre a los mercados, pues se demuestra saber qué y cómo hacer las cosas, y de que entre más alta sea la calificación mejor calidad tendrá el servicio o producto que se ofrece, lo que se ve reflejado en el pago por los mismos. En el caso de las artes, aunque se sigue el mismo proceso de profesionalización, por el componente subjetivo que lo acompaña, se tienen otros medios y procesos para su calificación, la medición de su calidad y el pago que recibe a cambio. Nada distinto sucede con la fotografía.
Hasta antes de la segunda mitad del siglo XX, el o la joven que quisiera dedicarse a la fotografía, empezaba por familiarizarse con el medio por sí mismxs para luego, quizás, acudir a una escuela de artes y oficios y concluir su capacitación en el estudio de algún fotógrafo que tuviera a bien recibirlxs en calidad de asistentes. Los que tenían más suerte caían con algún fotógrafo de renombre que los catapultaba a las filas profesionales instalando sus propios estudios o enganchándose con alguna agencia de noticias o revista especializada en el ramo (trabajar con un fotógrafo famoso no siempre garantizaba llegar a ser independiente en el oficio, muchas veces ahí mismo terminaban esas carreras en el más completo anonimato).
Ya en esta época y con mayor razón en tiempos del COVID, la enseñanza, en todas sus formas y niveles, pasa por un momento que, posiblemente, traiga consigo grandes transformaciones, empezando por el componente presencial, reservando el contacto cara a cara a los más avanzados en la escala de calificación-clasificación. Otro cambio, según lo contemplo, será la redefinición de qué y cómo enseñar determinados conocimientos, cuál será su proceso y modos de calificación-clasificación; y en esta transformación se encuentran tanto las artes como la medicina o la arquitectura.
Igualmente, el contenido específico de lo que se ha de enseñar será puesto a revisión. Quizás las habilidades tradicionales que requería un pintor, un escritor, un fotógrafo, se vean relevadas por nuevos conocimientos que sean más necesarios para sobrevivir en el futuro. Y esta guía de Lens Culture, me parece a mi, un buen ejemplo de lo que estoy exponiendo. En el pasado, todo lo relacionado con la manera en que el productor debía incorporarse al mercado, con qué galerías, y qué presentar, aunque se hablaba de ello y se aconsejaba lo mejor posible y de acuerdo con la propia experiencia, era un asunto personal e individual al que debía enfrentarse el alumnx o aprendiz por sí mismx.
El índice de la guía que hemos estado citando es, por demás, revelador: ¿Por qué exponer?; Anatomía de una galería de arte; Prepararse para ser visto; hazte conocido; envolver todo y lanzarse a las galerías.
Entre cada uno de estos capítulos aparecen entrevistas con reconocidos fotógrafos, galeristas especializados y académicos del ramo.
Entiendo que esta guía no es lo más completo e imparcial que hay, pero su presencia y distribución sí es, como he dicho, significativa de los tiempos que están por venir.
Publicado en Milenio Diario
Se puede ver también en www.artes2010.wordpress.com
Imagen www.lensculture.com
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