2, 3, o +: (Ahora solo uno) El giro material
Una de las relativas ventajas que tenemos aun en medio de la pandemia, es que podemos acceder a eventos -- conferencias, charlas, mesas redondas, conciertos y hasta inauguraciones--, que incluso hace un año o más, no hubiéramos presenciado a menos de desplazarnos al lugar donde se llevaran a cabo. Gracias a las plataformas que se han desarrollado, hoy tenemos a nuestro alcance, generalmente de forma gratuita, una enorme oferta con estas y muchas otras opciones.
Es probable que muchos de ustedes estén familiarizados con el llamado giro lingüístico que se dio a conocer allá a mediados de los años 70’s. De ahí han surgido otros tantos giros, el antropológico, el ecológico, el icónico. Si los viéramos en conjunto se podría decir que han hecho grandes aportaciones al conocimiento de la historia, la filosofía, la literatura, la sociología, el psicoanálisis, y en general a todas las llamadas ciencias del hombre o sociales, e incluso han dado pie a fértiles entrecruzamientos como podrían ser los estudios visuales.
Del 6 al 9 de octubre, se celebró en la Ciudad de México el XLIV Congreso Internacional de Historia del Arte en el marco de los 85 años de vida del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM, organismo convocante y que decidiera que el congreso girara en torno al Giro Material. Como es costumbre, el congreso y su temática abarcaron todas las áreas de las que se ocupa el IIE, prehispánico, colonial, moderno y contemporáneo, con una variedad de enfoques y tratamientos muy estimulantes, y aunque no todos los participantes estuvieron a la misma altura, sí, en su conjunto, contenido y organización, es de los más serios e importantes, mínimo, a nivel americano.
Pues bien, el Giro Material, no es otra cosa que volver a pensar en la materialidad de la obra, pero ahora considerándola parte de su significado, contenido e historia. Es decir, los materiales con que está elaborada una pieza, pintura, grabado, fotografía, no sólo son parte de un saber hacer, de la continuación de una tradición y/o costumbre o bien su subversión, experimentación, substitución, sino que esos mismos materiales y su uso, su aplicación, también forman parte de aquello que a su productor le interesa comunicar; es con esos materiales y no otros, con lo que narra el motivo que quedará plasmado en su trabajo. Luego entonces, si es nuestro deseo desentrañar el significado, lo que simboliza, lo que representa, más allá de la imagen, una pintura, una escultura, un dibujo, tendríamos que considerar los materiales que la han hecho posible.
No se trata de negar o abandonar las aproximaciones que nos han enseñado los otros giros, ni de regresar a un formalismo moderno, sino de incorporar a nuestras interpretaciones, explicaciones y/o críticas, toda la información contenida en el uso particular de estos y no otros materiales empleados en su producción.
Este giro o nuevo énfasis en los materiales, me parece de importancia, ya que una de las características que desgraciadamente ha hecho suya mucho del arte contemporáneo, es, precisamente, el desdeño por los materiales que usa. No digo que no se haga, sólo que deberíamos estar conscientes y aceptar las consecuencias que conlleva puesto que con ello se está mandando un mensaje tanto al presente como al futuro.
Un aspecto más que hay que agradecer a este giro es la revaloración de los trabajos técnicos de restauración, consolidación y preservación, ya que son estos los primeros en aportar información sobre la historia material del objeto y su constitución. Así pues, debiéramos estar más atentos a la materialidad de las obras que se producen, no solo por su apreciación sino también para su comprensión.
Publicado originalmente por Milenio Diario
Se puede ver también en www.artes2010.wordpress.com
Imágenes: change.org
Elpais.com
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