Cerón, Juan José

Hace unos treinta o cuarenta años el mundo digital irrumpió con fuerza en nuestras actividades diarias. Una de las primeras en resentir su presencia fue el periodismo y, por extensión, el fotoperiodismo, al grado de creer que tal y como los conocimos en ese entonces, dejarán de existir para dar   paso a otros medios y formas de comunicación-información.

-En tu opinión, ¿se encuentra en crisis el fotoperiodismo, por qué?

“El fotoperiodismo está en crisis, sí, porque los periódicos, su canal natural de salida al público han perdido suscriptores y publicidad, sufren con la caída de sus ventas debido a la llegada de una competencia feroz: la inmediatez de la información transmitida mediante portales en internet y redes sociales.

Ante este panorama, el fotoperiodismo ha perdido espacios, e importancia; logros que en Monterrey se construyeron desde la década de los ‘80, hasta inicios del 2000. En este periodo había férrea competencia entre los fotoperiodistas cuando hacían coberturas, para ver quién publicaba “la foto”; es decir, la mejor imagen al día siguiente.

“En los periódicos de mayor circulación en Monterrey, comenzamos a trabajar egresados de escuelas de Comunicación o de Artes visuales, esta formación académica transformó la forma de trabajo. Se empezaron a cuestionar los estilos fotográficos imperantes, y esto llevó a fomentar un lenguaje fotográfico personal, en el que el fotoperiodista buscaba información suficiente para interpretar críticamente los eventos.”

-Así como la aparición de cámaras más ligeras y de menor formato, películas más rápidas y la evolución de las rotativas, impulsaron a la fotografía en general y a la de prensa en particular, ¿crees que la imagen digital, las redes sociales, las páginas WEB, traigan consigo un renacer de la fotografía (aunque sea digital)?

“Inicialmente la imagen digital llegó y revolucionó toda la estructura del fotoperiodismo. Se eliminaron los lentos procesos de revelado manual, se aumentó la rapidez y precisión en la transmisión de las fotografías a la redacción, se presentó la oportunidad de verificar en la pantalla de la cámara que ahí estaba la imagen en el momento preciso, bien expuesta sin esperar el revelado de la película. Eso daba una tranquila certidumbre a los fotoperiodistas y contribuyó a que su atención estuviera centrada en el acontecimiento y ya no en lo técnico.

“La historia nos ha enseñado que, en la mayoría de las revoluciones, esos cambios iniciales se modifican y hasta se revierten. Hace pocos años, un periódico italiano despidió a toda la planta de fotógrafos y les dio elementales cámaras digitales a repartidores de pizzas para que tomaran imágenes de lo que sucedía en la calle. La inmediatez sobre la calidad.

“Pensar en un renacer del fotoperiodismo es esperanza que se desea. La fotografía digital se va a seguir popularizando, pero haciendo una analogía, decimos que la mayoría de la población sabe leer, pero cuántos son capaces de escribir un cuento, una poesía, una novela. Pocos. Con la fotografía sucede lo mismo, la gran mayoría tiene celulares con cámara, pero de esa inmensidad cuántas fotografías van a sobrevivir al paso del implacable tiempo. Pocas.”

-En el ambiente local y nacional, eres mejor conocido como productor, sin embargo, tienes un importante trabajo como investigador de la fotografía, ¿nos puedes hablar un poco más de eso?

“Durante 38 años fui fotoperiodista y me tocó ver y vivir cambios en los periódicos regiomontanos, en varios de ellos, me encontraba en posibilidad de tomar decisiones para que estos cambios se dieran. Ahora, ya jubilado, tengo tiempo para contar historias de esa etapa y he entrevistado a fotógrafos y reporteros de diferentes generaciones, he realizado investigación documental en las hemerotecas de la Capilla Alfonsina de la UANL y la Nacional de la UNAM, además he revisado mis propios archivos para que la memoria de los últimos 40 años del fotoperiodismo regiomontano no se pierda”.

Publicado en Milenio Diario

Se puede ver en https www.artes2010.wordpress.com

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