Sobre el reconocimiento a la cultura (II de II)

Autor no identificado. El bautizo de los Señores
de Tlaxcala. s.XVII

Xavier Moyssén L.

            Tres notas fuera de tema, pero relacionadas con él:

-Ya que poca atención nos prestaron en la península, ¿por qué no los Tlaxcaltecas piden perdón a los del Valle de México por haberse aliado a los españoles facilitando así la conquista?

-En 1946, siendo presidente Miguel Alemán, se creo el entonces INBAL, Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura. Más pronto que tarde, arreciaron las críticas por haber separado a la literatura de las Bellas Artes, por lo que se decidió dar marcha atrás y dejarlo en INBA, es decir, incorporando, como debía de ser, a las letras. Hoy la literatura es segregada de nuevo, al nombrar otra vez al instituto INBAL. La única razón que se me ocurre de por qué insistir en excluirla, es que las nuevas autoridades de la Secretaría de Cultura, entienden por Bellas Artes un concepto retrogrado según el cual, estas son únicamente tres, la pintura, la escultura y la arquitectura.

-Hasta donde sé, el tema de los pueblos indígenas está lejos de ser considerado de manera consensual. Al parecer es un campo de enfrentamiento entre dos posturas difícilmente conciliables. Por una parte, están quienes creen que estos, los pueblos indígenas, no deben ser tocados por el desarrollo nacional a no ser para garantizar el que puedan seguir como hasta ahora, con sus usos y costumbres, religión, organización política, social, y económica, pues gracias a ello es que son buenos y sabios. Se le opone la idea de que no pueden mantenerse al margen pues así se les condena a vivir fuera de época y siempre segregados. En su lugar se propone contar con una serie de políticas que consideren la o las posibilidades de su integración.

            Si el presidente quiere entender por cultura a los pueblos originarios, evidenciando así su conocimiento del tema, allá él, cada quien es libre de entender lo que uno quiere. El problema en este caso no es que de a conocer su opinión, sino que ésta se convierte en línea de acción, peor aún, en la única, en la exclusiva política rectora del área por los próximos 6 años. Por supuesto que estoy de acuerdo en que se debe mejorar y aumentar la atención y recursos a los pueblos indígenas del país, pero esto no quiere decir, en ningún momento, que se deje de atender –y bien-- a todo el complejo y particular campo cultural. Por ejemplo, no podemos destinar todos, o la mayor parte de nuestros recursos, esfuerzos y atención a esos pueblos originarios, mientras se siguen deteriorando los inmuebles coloniales que han resultado dañados por desastres naturales, por la ignorancia de los curas o la voracidad de coleccionistas sin escrúpulos que saquean cuanta capilla, iglesia o convento cae en sus manos. Y así podríamos seguir mencionando temas relacionados con la cultura nacional y que requieren de inmediata atención o de no verse truncados por falta de recursos.

            Ya sabemos que el campo de la cultura, ni en este ni en ningún otro gobierno, es prioritario, y que, ante crisis económicas, es el primero en ser castigado vía los recortes presupuestarios. Pero una cosa es proceder de esta manera y otra, muy distinta, la de crear políticas o procedimientos inhibitorios, no porque no se cuente con presupuesto, sino por estar suprimidas ciertas actividades que, bajo otra óptica, son necesarias o imprescindibles. Por ejemplo, las becas para estudiar en el extranjero, lo mismo que los viajes a congresos o simposios internacionales, el uso del internet, por no mencionar las becas que otorga (?) el FONCA y que se han convertido en la manzana de la discordia.

            No es ninguna sorpresa saber que ha habido corrupción y mal uso de recursos en áreas como el CONACYT, el FONCA, el INAH, o la red de biblioteca públicas, pero tales acciones se corrigen aplicando la ley a quienes resulten culpables, así de sencillo. No es lo mismo que tratar de combatirlas dejando simplemente que se extingan, que mueran de inanición al cortarles el presupuesto en aras de tener más con que atender a la verdadera cultura nacional, los pueblos originarios.

Redactado para Milenio Diario

Se puede ver también en : www.artes2010.wordpress.com

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