Sobre el reconocimiento a la cultura (I de II)

José Ma. Obregón. El descubrimiento del pulque. 1869
Cuando el Sr. López, en sus conferencias mañaneras, dice que por cultura entiende únicamente a los pueblos originarios (de México, por supuesto, faltaba más), me salta una serie de dudas que, al no tener respuestas, se convierten en preocupación.

            Para empezar no me queda claro qué es eso de los pueblos originarios, porque, como creo saber, solo algunos de estos lograron sobrevivir hasta el siglo XIX, y después de eso nada. Ni Lacandones, Totonacas, Triquis o Yaquis, son grupos “puros”, impolutos, como lo debieron ser en algún momento remoto de su historia. Luego entonces, si quisiera referirse a ellos bastaría con decir pueblos indígenas.

            Me imagino que esta misma población es a la que se refiere cuando habla del pueblo “bueno y sabio”, ya que de no ser así todos los demás caemos en esa categoría. Yo soy del pueblo de México, puesto que pueblo este país. Pueblo de México también es Peña Nieto y no creo que piense que él es bueno y sabio, como tampoco los Lozoya y/o los Robles, pero tampoco los narcos que cuelgan a sus contrincantes de los puentes, o el desquiciado que termina sofocando a su consorte ¿quién entonces es el pueblo del que habla este señor? Por el uso que le da al lenguaje más en sentido metafórico que denotativo, pareciera que sólo hay uno, el bueno y sabio, el que no se equivoca, aunque solo se trate, más bien, de una entelequia.

            Después tenemos la cuestión de la cultura. Imposible entrar aquí en la discusión del concepto y menos aun en su definición. Sí apunto que de acuerdo a las actuales teorías en antropología y de los llamados Estudio Culturales, por cultura se entiende un tema que poco o nada tiene que ver con los que se empleaban, digamos, hasta mediados del siglo XX o incluso antes. Hoy día el término es más amplio e incluyente y se desgrana en una cantidad de sub-campos todos ellos interrelacionados de tal forma que, por ejemplo, la cultura de la que habla el Sr. López, la de los supuestos pueblos originarios, está relacionada, con otra serie de prácticas y creencias que conviven con subculturas urbanas. A este respecto, apoyar únicamente a la, o, mejor dicho, a las culturas de los pueblos originarios (no hay una sola para todos ellos, cada uno tiene la suya) ¿implicaría romper esos vasos comunicantes que las ligan, para bien o para mal, con el contexto nacional? ¿No sería tanto como mantenerlas aisladas y, por tanto, condenadas al ostracismo?

            Soy el primero en apoyar cualquier tipo de acción a favor no solo de los pueblos originarios, sino de los más desfavorecidos. El que se de prioridad a su atención, trátese de cultura, educación, o salud, no significa o, mejor dicho, ni remotamente debería significar que se vaya a dejar de atender a otros grupos igual de importantes en todas sus expresiones para el variopinto tejido cultural del país. Se debe apoyar a todos sin distinción social, política, religiosa o sexual.

            ¿Se puede apoyar a la cultura, o es que su fortalecimiento y diversidad se deben más bien al apoyo recibido en otras áreas, que al verse beneficiadas hacen que todos los demás campos den mejores resultados? El ejemplo más claro que se me ocurre en este momento es el de la Ciencia y Tecnología. No cabe duda que apoyándolas se da un enorme envión a la cultura del país, incluidas, por supuesto, las de los pueblos originarios.

            Estoy de acuerdo con que exista una Secretaría de Cultura y que esta, entre sus funciones y obligaciones, a través de los mecanismos que sea (el FONCA, por ejemplo) otorgue o conceda apoyos a individuos y colectivos, a proyectos comunitarios, al reforzamiento de prácticas y costumbres populares, que reconozca y preserve el valor de nuestro patrimonio físico e intangible, lo mismo del período prehispánico, del Colonial, de nuestros siglos XIX y XX, y el contemporáneo. La música, la comida, las festividades. Teniendo en mente que ninguna es mejor que otra, ni nadie es superior a los demás, no se vale quitarles a unos para darle a otros.

Publicado en Milenio Diario
Se puede ver también en www.artes2010.wordpress.com
Imagen: www.es.wikipedia.org



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