A propósito del 5 de Mayo

Edouard Manet. El fusilamiento de Maximiliano. 1867


Recordemos que la batalla del 5 de mayo de 1862, se da en el marco del inicio de hostilidades entre las fuerzas leales a Benito Juárez y el ejercito intervencionista de Francia, enviado por Napoleón III en apoyo a la instauración del trágico segundo imperio mexicano (1862-1867), tan trágico que, como sabemos, terminó con el fusilamiento, un 19 de junio de 1867, en el Cerro de las Campanas, Querétaro, del pretendido emperador mexicano, Maximiliano I (1832-1867).

            Cómo impactó este suceso en la opinión pública mundial, en especial en la francesa, lo sabemos, por supuesto por las notas periodísticas del momento, pero más importante aún por la serie de pinturas que Edouard Manet, entre 1867 y 1869, le dedicara al tema, o bien por la carta que el escritor Víctor Hugo le dirigiera a Juárez, solicitándole clemencia a favor del austriaco. Lo que no deja de llamar la atención es que no contemos con ninguna imagen fotográfica del momento exacto en el que, al filo de las 5 de la mañana, se presentaran los tres reos, Maximiliano, Miramón y Mejía, frente al pelotón de fusilamiento. De ahí que las pinturas de Manet le deban más a los Fusilamientos del tres de Mayo (1814) de Goya, que a una referencia fotográfica, a pesar de que en más de una ocasión llegó a emplearlas (entre otras, el famoso Pífano de 1866, es una de ellas). Existen por ahí unas 3 o cuatro tarjetas postales que circularon ampliamente por Europa, supuestas fotografías de la ejecución. Sin embargo, ninguna de ellas es realmente una fotografía, sino más bien composiciones armadas pretendidamente fieles, hechas más para ganar dinero que para dar fe del momento histórico.



            Con lo que sí contamos es con las impresionantes fotografías en que se muestra, por ejemplo, la camisa del emperador con los orificios por donde entraron las balas que a la postre lo matarían, o de su largo cuerpo, ya embalsamado, dentro del modesto ataúd que lo conduciría a su última morada en Viena, así como del sitio en donde tres pobres cruces señalaban donde habían caído los fusilados, o de los integrantes del cuerpo de fusileros encargados de ejecutar la sentencia.


            Más sorprende esta ausencia del registro fotográfico, no sólo por el contraste con la cantidad de testimonios fotografiados posteriormente, sino porque sabemos que a la corte del emperador fue invitado François Aubert (1822-1906) un fotógrafo francés avecindado en nuestro país pocos años antes del inicio del segundo imperio, al cual le debemos los retratos de Maximiliano, en distintas ocasiones, y de la emperatriz Carlota, así como de otros miembros de la corte y del ejercito. De hecho, fue él, muy posiblemente, el iniciador de las series de tipos mexicanos por los álbumes que llegó a presentar con este tema, así como de los sitios de recreo e interés histórico de la Ciudad de México y sus alrededores. Sabemos también que se le autorizó a estar con Maximiliano una vez que este fue capturado, así como a fotografiar el cuerpo y sus pertenecías, pero que se le negó el acceso con su equipo fotográfico al lugar del fusilamiento. Se cuenta que, como testigo presencial, lo más que llegó hacer fue un boceto a lápiz, fuente de las falsas fotografías que ya hemos mencionado y de las pinturas de Manet. Existe otra versión que cuenta que habiendo tenido una muy mala noche, Aubert, a pesar de haber sido advertido con tiempo, llegó tarde al Cerro de las Campanas, cuando ya se había consumado el fusilamiento y se empezaban a retirar los cuerpos. El supuesto boceto que hizo fue más bien con base a lo que le narraron testigos que sí había visto el hecho.

            Este suceso, a pesar de su importancia y repercusiones, nos permite seguir el nacimiento de la fotografía de prensa, que a pesar de los esfuerzos encabezados, por ejemplo, por Mathew Brady en la Guerra de Secesión de los Estados Unidos, o de Roger Fenton en la de Crimea, aún tendrían que esperar a la conclusión del siglo y que con el XX llegaran cámaras más ligeras, película de mayor sensibilidad y rotativas capaces de reproducir imágenes fotográficas con mejor definición.

Publicado originalmente en Milenio Diario
Se puede ver también en www.artes2010.wordpress.com
Imágenes: https://es.wikipedia.org


Comentarios

Entradas populares