La danza de los axiomas
Un axioma es algo así como la piedra ciliar
sobre la cual se levantará, será posible levantar, un complejo edificio si así
se desea. Son como las semillas de las que crecen los robles, las secuoyas, los
helechos. Son proposiciones tan evidentes que no requieren de demostración, a
partir de ellos surguen nuevos razonamientos y así sucesivamente; si las fases
posteriores requieren que se demuestre su pertinencia, veracidad o exactitud,
ese primer momento, el del axioma, está al margen de cualquier verificación: Los
humanos mueren; los bebes no hablan al nacer; el universo visible es finito; el
sol aparece por el oriente; uno más uno es igual a dos.
Una
de las muestras más recientes del productor mexicano Carlos Amorales (1970), Axiomas para la acción, se exhibe ahora
en el MARCO desde el pasado día 8. Se trata de una visión o revisión-reflexión
general de una exitosa carrera de 22 años, quizás un punto de inflexión sobre
lo que habrá de venir en el futuro. Si en el caso de un productor tradicional
compendiar una trayectoria de 22 años de trabajo, suele ser una tarea ardua y
compleja, en el de autores como Amorales se vuelve titánica, toda vez que no
hay una línea homogénea de creación, ni formal, ni temática, más bien estos 22
años han sido, en él, una búsqueda constante de ciertos axiomas a partir de los
cuales se vaya formando su (y habría que subrayar el posesivo SU, pues de
hecho, creo yo, de eso se trata) corpus artístico. Esta situación, o queriendo
ilustrar esta situación, se ha montado esta muestra por stands independientes,
cada uno dedicado a una faceta de su hacer, a un momento, o una serie de ideas,
aquellas que más han influido en la creación de sus trabajos y aunque en la
exposición casi no se hace mención a su obra gráfica, sino que más bien se detiene
en sus instalaciones e intervenciones, sería imposible no creer que estas mismas
ideas, reflexiones o inquietudes, no permeen también otras áreas.
Como
productor conceptual que es Amorales, me parece que una buena parte de las
ideas que alimentan su quehacer tienen que ver con la posibilidad de dar,
encontrar, crear unidades de significado que le permitan obtener nuevas
narraciones, de las que nazcan otras, y otras. Creo que de ahí su insistencia por
contar con un número X de axiomas con los que haga crecer este o aquel aspecto
en sus trabajos. Según mi propia apreciación hay dos proposiciones que se
pueden ver claramente en esta muestra, por un lado, la de la capacidad
expresiva del cuerpo que por sí misma es capaz de crear sentidos, significados
extra; la otra, la música, la música como lenguaje, como orden, como ocupación
del espacio, como otra forma de narrar. El trabajar ambas lo lleva a tratar con
lo finito y lo permanente, o sea, a la representación en vivo y/o a su
reproducción por medio del vídeo (en esta línea véase por ejemplo Ámsterdam, Danza con el diablo, pero sobre todo Café Voltaire). Ahora es posible decir que un campo de producción
de Amorales es la performance y al acercarse a ella, mira, casi deslumbrado, el
mundo del espectáculo y nada más espectacular que la lucha libre.
Psicofonía, 2008 |
Como
presentación de 22 años de trabajo, esta muestra nos permite ver lo mucho que en
ese tiempo se ha modificado la producción artística y qué efectos ha traído con
ella. Es claro que el papel tradicional del espectador prácticamente desaparece
y se pide ahora una actitud, una disposición e incluso una acción que se
responsabilice del sentido o significado final que pueda adquirir la pieza.
Pero igualmente importante, me parece es el señalar la transformación misma que
los museos o recintos de exposiciones han sufrido No es lo mismo pararse frente
a una pintura o escultura, que hacerlo ante una performance o un vídeo. No es
lo mismo montar una fotografía que una instalación. No es lo mismo hacer un
recorrido por las salas de un museo, que por una serie de cuartos obscuros que
no sabes bien a bien a dónde te llevarán. Y como es obvio, dadas estas
transformaciones, ni museos ni públicos estamos totalmente adaptados y
preparados para ellas.
Publicado en Milenio Diario
Se puede ver también en www.artes2010.wordpress.com
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