Ese loco tiempo


 

La diferencia entre el pasado, el presente 
y el futuro es solo una ilusión persistente. 

 Albert Einstein. 

 Al releer el título de la exposición que ahora comentaremos, lo que me suena familiar de ella es el término encadenado, pues me remite a la tragedia de Esquilo –la de Prometeo— del siglo IV antes de la era común. De ahí nos vuelve a remitir a otro título, uno aún más cercano, pero contrario al de esta muestra: Prometeo desencadenado (1820) de Percy B. Shelley. Así pues, la exposición se refiere única y exclusivamente a Prometo el titán que se enemistó con los dioses del Olimpo por lo que fue encadenado permanentemente a una peña a donde llegaba una águila a devorar, día tras día, su hígado. Lo interesante, en todo caso, es que Cronos, no aparece por ningún lado, ni en la versión original de Esquilo, ni en las posteriores que lo han abordado.

 Y es que el Cronos al que parece aludir el título de la exposición en realidad es Crono, o pongámoslo mejor con K, Krono, o sea la personificación del tiempo, en tanto que el Cronos que nos trajo hasta aquí, es otro Titán, pero este responsable por las cosechas, el segador, de ahí que se le represente comúnmente con una hoz, podría decirse que es el que corta, termina, detiene, el ciclo iniciado con la siembra, característica que de alguna manera se opone al papel de Krono o paso del tiempo. 

 Siguiendo esta argumentación, me parece que el título de la exposición, esconde un secreto mayor que incluso, si lo llegamos a desvelar, nos explica mejor el porqué de su contenido. De entre las razones que me llevan a creer que esta es una de las mejores exposiciones que he visitado últimamente, entre saco dos de ellas. 

La que venimos discutiendo, que es posterior, ya que es como la culminación de una cierta estrategia o guía que el curador se va armando para llevar a cabo la selección de piezas con que tendrá su exposición. Y antes que cualquier cosa, Sara López trabajó sobre la colección de la Pinacoteca (hay muy pocas piezas que no cumplan con esta condición), lo que en sí representa una auténtica relectura de este material cuyo resultado es haber encontrado otros significados, otras direcciones inscritas de otras maneras en estas obras. 

Así van apareciendo coincidencias en los temas, independientemente, de cuál sea la fecha de factura material, preocupaciones formales, procesos y tratamientos semejantes, el resultado es que visto el mismo material bajo otra óptica o lectura, se sugieren nuevas líneas de evolución, de identidad, de conocimiento, temores y aspiraciones espirituales. 

 Cronos desencadenado, es el curador que con cuchilla en mano, rompe la secuencia lineal, cronológica, a la que estamos acostumbrados, va cortando y armando, por aquí y acullá, en su propio universo que es esta o cualquier otra colección, un acervo, un conjunto, en el que crea nuevas relaciones, asociaciones inéditas, cadenas insospechadas, convirtiendo ese universo en un poderoso campo experimental, que va mostrando sus diversas facetas según sea el que lo lee y tiene una idea que lo guie, pero que igualmente, puede cambiar a otra clave, un código distinto para leerlo en esos otros términos, tal y como aquí lo ha hecho Sara López con la colección de la Pinacoteca de Nuevo León.

Publicado en Milenio Diario

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