Fotografía y fidelidad (II)
La semana
anterior al abordar el tema de los retratos de personas inexistentes que están
siendo elaborados por la Inteligencia Artificial (IA), concluía que junto a las
Fake News, los Alternative Facts, y otras manifestaciones culturales recientes (la
derechización de occidente), forman parte de la cultura contemporánea que
demanda, me parece que evidentemente, un nuevo acuerdo social sobre lo que es
o, mejor dicho, sobre lo que vamos a considerar o tomar por realidad.
Contestamos así a la pregunta de si no habremos perdido, ante estos retratos de
la IA, nuestro lazo con la realidad: sí, sí lo vamos perdido, pero con respecto
al anterior, al antiguo concepto de realidad, aquel con el que nos manejamos
desde la aparición de la fotografía hasta fines del siglo XX.
Ahora bien, ¿por qué plantear estas
reflexiones a partir del retrato? A mi entender, además del interés que por sí
mismo pueda despertar el género, lo entiendo como un baremo que nos permite ver
y entender cómo es que conceptos como el de realidad y su conocimiento, el
acceso a ella, son históricos y por tanto mudables en el tiempo.
Ramses II. Imperio Nuevo (1550-1070 a.C.) |
Asociado al tema del retrato se
encuentra el de la fidelidad, entendiéndose por tal la exactitud con que se reproduce
un evento, un hecho, una persona, una cosa. Podemos decir que no es tanto que
se haya transformado el género del retrato, sino que lo que ha sufrido cambios
es la fidelidad con que se reproduce o ha reproducido lo retratado.
El retrato es uno de los géneros más
antiguos en las artes plásticas e incluso de antes de establecer esta
clasificación de las manifestaciones simbólicas. Existe la convicción de que buena
parte de los menhires son representaciones de muertos, su doble o retrato pues
reproducen, “fielmente”, las características principales o más notorias de un
cuerpo muerto: frialdad, inmovilidad, incomunicación, infértilidad, etc. De
estas piedras que podrían, pues, ser los primeros retratos que realizó el
hombre a los ahora creados por la IA, lo que ha cambiado es la exigencia social
del grado de exactitud que deseamos, esperamos, en el retrato, o sea, en la
reproducción de la realidad.
H. Rigaud. El Rey Sol. 1701 |
No es lo mismo el retrato de Ramses
II que el de Luis XIV, que el de su pasaporte o credencial para manejar, ¿qué es
lo que los diferencia? La exactitud con que reproducen, en este caso, a la
persona; la fidelidad al modelo en la medida que la sociedad y las técnicas
involucradas han ido evolucionando. La sociedad del antiguo Egipto no solo necesitaba,
sino que aceptaba y quedaba satisfecha con una cierta fidelidad, misma que ya no
funciona en nuestra sociedad pues ha ido demandando una mayor fidelidad, de la
pintura naturalista al retrato fotográfico y al obtenido vía láser.
Thomas Ruff. Retrato (P. Stadbäumer). 1988 |
Esto funciona o funcionaba así en
tanto consideramos o socialmente acordamos, que la fidelidad era el máximo logro
de la reproducción, digamos que en especial en el caso del retrato, mismo que,
por tanto, se tomaba por evidencia incontrovertible de algo que llamábamos
realidad. La fórmula sería la siguiente: a mayor fidelidad en lo retratado,
mayor evidencia de que así es en la realidad; mayor exactitud en la
reproducción, mayor evidencia de que, en efecto, así es. A través de la
historia lo mismo ha ido cambiando nuestra exigencia con respecto a la
fidelidad de la reproducción, como el acuerdo de cuándo es más o menos fiel, y
cuándo consideramos que esa reproducción es lo suficientemente exacta como para
considerarla evidencia de la realidad.
Así pues, frente a los retratos de
la IA se vienen abajo dos acuerdos fundamentales, el de la exactitud o
fidelidad, y el de ser evidencia de que algo es real, pues en ningún caso ya no
hay manera de comprobarlo, ¿son fieles a qué? ¿Y no, más bien, son evidencia de
sí mismos y de ninguna otra cosa? El que los aceptemos y veamos como algo
normal, un logro de la tecnología, implica que, socialmente, estamos de acuerdo
en que ya no hay una sola realidad, ni una sola manera de evidenciarla y mucho
menos de reproducirla.
Publicado originalmente en Milenio Diario
Se puede ver también en www.artes2010.wordpress.com
Imágenes: www.afullchola.com
https://es.wikipedia.org
https://elpais.com
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